Mucho se ha estado hablando en los últimos días en los medios de comunicación sobre la propuesta de reforma contributiva del gobernador y el presupuesto del País. Entre múltiples efectos, se debe analizar en detalle las consecuencias de la posible reducción o incluso eliminación total de fuentes de ingreso a las arcas municipales y su efecto en la provisión de servicios esenciales a nuestras comunidades. Y por ello, es importante preguntarse, ¿a qué fondos se refieren?, ¿cómo se ve afectado el presupuesto?, ¿cuáles municipios recibirán el mayor impacto? y ¿qué otras medidas están adoptando los municipios para contrarrestar estos cambios? Estas inquietudes son solo algunas de muchas que van a surgir en estos próximos meses y a las cuales debemos estar muy atentas.

En Espacios Abiertos, nos hemos dado a la tarea de analizar los datos presupuestarios municipales publicados por la Oficina de Gerencia y Presupuesto desde el año fiscal 2016. El propósito es observar cómo ha ido cambiando la distribución de las fuentes de ingreso municipales. Podemos identificar tres partidas grandes de financiación: los fondos recurrentes, los fondos no recurrentes y el fondo de equiparación.

Los fondos recurrentes son aquellos fondos que se reciben anualmente de forma bastante consistente. Estos fondos incluyen ingresos por concepto de patentes, ingresos intergubernamentales, compensaciones estatales, desperdicios sólidos y contribución por concepto de propiedades no exoneradas. Por otro lado, los fondos no recurrentes son aquellos que varían año a año. Entre las partidas incluidas en este renglón, se encuentran los ingresos por concepto del impuesto municipal sobre la venta; los intereses y recargos por demoras en patentes. Se suman los arbitrios de construcción; las licencias y permisos; la compensación de la Autoridad de Energía Eléctrica a los municipios; multas; confiscaciones; intereses e inversiones; rentas locales y propiedad municipal; y las fiestas patronales, entre otros ingresos.

Por último, el fondo de equiparación es un fondo que se crea junto a la ley del Centro de Recaudaciones de Ingresos Municipales (CRIM) cuyo propósito es “recaudar, recibir y distribuir los fondos públicos que corresponden a los municipios provenientes de las fuentes que se indican” en el Código Municipal de Puerto Rico¹. Este fondo tiene como propósito asegurar que todos los municipios reciban al menos la misma cantidad de dinero que recibieron en años anteriores. Anteriormente, este fondo era considerado un ingreso recurrente en las arcas municipales. Sin embargo, la Junta de Control Fiscal, con el propósito de eliminarlo completamente, lo ha reducido de 228 millones en 2016 a 44 millones en 2024². Se supone que este año se mantiene en 44 millones con el objetivo final de suprimirlo en 2025. Los municipios han expresado claramente que la eliminación de este fondo afectará la calidad de los servicios esenciales a la población.³ El gobierno presentó a la Junta de Control Fiscal el Fondo de Servicios Esenciales como alternativa, con el objetivo de asegurar la continuidad de trabajos y servicios esenciales como la salud, la seguridad y la educación, entre otros. Este fondo de servicios esenciales propuesto por el gobierno se suma a una nueva propuesta de eliminación del impuesto al inventario como medida de ajuste fiscal.

El impuesto al inventario es la cantidad que corresponde pagar al fabricante, comerciante o negociante sobre el inventario promedio que posee anualmente. Este impuesto va a las arcas presupuestarias de los municipios de forma recurrente y, al igual que otros impuestos (como las patentes), se han utilizado en los últimos años para mitigar el impacto del recorte al fondo de equiparación en los municipios. Actualmente se estima que el impuesto al inventario allega 240 millones de dólares (aproximadamente 21.8% de los recaudos totales) a los recaudos del Centro de Recaudaciones de Ingresos Municipales que ascienden a 1,100 millones de dólares anuales.⁴ Aun entendiendo los inconvenientes de logística empresarial que este tipo de impuesto representa para una isla como Puerto Rico, que cada vez más ve afectada su cadena de suministros por el cambio climático y desastres naturales, debemos preguntarnos lo siguiente: ¿qué efecto tendrá en los presupuestos municipales la eliminación de este impuesto?, ¿qué municipios se afectarán más? o ¿qué impacto tendrá la eliminación combinada de ambas fuentes de ingreso en la capacidad de los municipios de ofrecer servicios esenciales?

Al realizar un análisis más profundo podemos observar que para el año 2022 el fondo de equiparación representa más del 30% del presupuesto en 17 de 78 municipios (21.8% de los municipios). Aún en 2023, a un año de la eliminación total de este fondo, 5 de 78 municipios (o 6.4%) continúan dependiendo de este fondo para sufragar una tercera parte del presupuesto municipal. En 2022 esta lista era encabezada por el municipio de Adjuntas con 52.4% de su presupuesto proveniente del fondo de equiparación. A este municipio, le siguen Maunabo (51.3%), Florida (50.6%), Loíza (48.2%) y Comerío (47.1%). En 2023, la lista es encabezada por Comerío con 39.7% de su presupuesto proveniente del fondo de equiparación. Los siguientes municipios son Maunabo (34.3%), Orocovis (34.0%), Florida (32.2) y Loíza con (30.1%). Contrario al panorama anterior, en 2023, para los municipios de Humacao, Mayagüez, Bayamón, Ponce, Caguas y Guaynabo este fondo representa menos del 0.5% del presupuesto municipal. Cabe destacar que estos municipios son centros urbanos regionales, tienen una mayor densidad poblacional y un mayor presupuesto operacional.

Muchos municipios han optado por utilizar fondos no recurrentes para subsanar la eliminación del fondo de equiparación y continuar la operación municipal. Municipios como las Marías, Utuado, Canóvanas, Vieques, Maricao, Aibonito, Villalba y Yabucoa aumentaron entre 27.6% (Yabucoa) y 42.5% (Las Marías) la partida de fondos no recurrentes en un periodo de 7 años (2016-2023). En todos los casos, esta partida de fondos no recurrentes en 2023 representa sobre el 50% del presupuesto municipal. En el caso particular de Las Marías, la partida de fondos no recurrentes es sobre 2.5 veces mayor en 2023 que al inicio del periodo en 2016, a la vez que el fondo de equiparación es 2.5 veces menor (40% de lo que era) para 2023. Otro ejemplo es el municipio de Utuado, donde la partida de fondos no recurrentes aumentó particularmente debido a los arbitrios de construcción que representan el 46% de los ingresos totales de esta partida.

En el siguiente panel de datos interactivo se pueden observar los cambios en la distribución de ingresos por partida presupuestaria en los presupuestos municipales desde 2016 a 2023.

Ingresos por partida presupuestaria

Fuente: Oficina de Gerencia y Presupuesto
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Sin lugar a dudas, una reflexión más profunda es necesaria. Como observamos, la inminente eliminación del fondo de equiparación pondría en una situación difícil a las arcas municipales. Debemos ser cuidadosos de evitar poner parches a los presupuestos municipales con fondos no recurrentes que se nutren de asignaciones federales para la recuperación y, por ende, limitados y con fecha de expiración. En las próximas semanas, la Junta de Control Fiscal se apresta a aprobar un nuevo presupuesto para Puerto Rico. Ahora más que nunca debemos estar atentos a las decisiones que están tomando y evaluar las consecuencias de estas. La sustitución del fondo de equiparación por el fondo de servicios esenciales, la eliminación del impuesto al inventario o cualquier otra propuesta sin el análisis adecuado, es el equivalente a echar gravilla a los hoyos en las carreteras: funciona por un tiempo, pero tarde o temprano el problema regresará. Debemos apostar por un trabajo juicioso que asegure el bienestar económico de Puerto Rico, pero sobre todo, que sea a favor y no a costa de todos y todas los puertorriqueños.